sábado, 21 de abril de 2012

Estimada Señora:


          Ha sido mucho tiempo juntas. Nos conocemos perfectamente bien, y nos hemos visto de frente, de tú a tú, un centenar de veces y siempre he sido YO quien ha bajado la mirada.

       Durante muchos años usted me ha acompañado (y lo seguirá haciendo)  con respeto y mucha paciencia, sin presiones y eso se lo agradezco.

         Cuando me he sentido muy sola, y aún en el peor de los momentos he contado con usted, haciéndome esas tentadoras propuestas, que me confunden y me cuesta mucho trabajo rechazar. Me pregunto qué pasaría si yo accedo?

           En muchas ocasiones, me he tomado el trabajo de planificar un encuentro con usted, pero un encuentro definitivo, un encuentro perfecto, de esos que no tienen vuelta atrás,.y por mas que lo pienso, es la misma CULPA la que no me permite concretarlo... sin embargo, la siento allí, observándome con sus ojos profundos, vacios, secos de cualquier sentimiento esperando el día perfecto, que sin duda llegara.

           Siento que usted Señora, es mi pasaporte a la vida, una vida muy diferente a la que me ha tocado vivir hasta ahora. 

            Pienso en ese día y me siento tranquila pues siempre he anhelado ese momento, probablemente eso es lo que siempre he esperado. 

           He dado una dura pelea, pero hasta ahora sigue siendo una lucha inútil, con altas subidas y profundas caídas, realmente dudo que lo logre. 

         El dolor sigue siendo muy grande, tan intenso que no se alivia con nada. Antes utilizaba mis manos como martillos para derrumbar el gran muro que me separaba de la vida, pero las heridas eran muy evidentes y suficientemente dolorosas para desviar mi atención. Ahora lo hago con la misma intensidad, pero aprendí a no dejar evidencias. 

          No avanzo, cambio de estrategias, pero aun así no sirve? no es suficiente? es entonces cuando recurro a usted, y quiero irme pero seguro decepcionaría a unos cuantos y no quiero que mis hijos estén solos.

           Tampoco es fácil vivir siendo un fracaso, sin poder brindarle a los míos lo que se merecen. Sin sentir orgullo por aquello que hago, seguramente para usted tampoco será fácil comprender, que una vez mas agacho mi cabeza, y aunque no estoy conforme con lo que soy, he decidido esperar que la iniciativa sea suya y que venga por mi el día indicado. Yo estaré aquí esperando que usted extienda sus frías manos hacia mí y me lleve donde tengamos que ir. Seguiremos encontrándonos a diario, le suplico tenga un poco más de paciencia. Yo por mi parte continuaré luchando, hasta agotar mis fuerzas, pues quiero MORIR SIN DEBERLE  A LA VIDA y VIVIR SIN DEBERLE NADA A (USTED) LA MUERTE!

           Por muy mal que me sienta, siempre está presente ese CABLE A TIERRA, que no me deja huir. Quiero estar tranquila y no encuentro la fórmula. Me desespero pero aún no tengo donde huir y aún no encuentro la salida de este laberinto... no sé de donde salen fuerzas, sólo espero que no se agoten y no den cabida a realidades ficticias donde sea lo suficientemente valiente para acabar con mi vida...








2 comentarios:

  1. Las fuerzas salen de tu hijos, de tu yo interno que es el que lucha porque sigas adelante viviendo la vida que mereces... Sé feliz, muy feliz... Cómo? Cree para crear, debes decirlo, afirmarlo, pensarlo, se feliz, perdonar y recordar sin que eso cause dolor... Yo se que se puede porque yo lo hice, así que amiga adelante no te dejes vencer... Ademas te aseguro que la muerte no llegará mientras sigas deseandola, ella llegará cuando quiera, por lo que mientras eso pasa, vive intensamente como si fuera el último día de tu vida, ríe, ama, perdona...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. He aprendido a vivir un día a la vez... sin embargo, no soy capaz de pensar ni siquiera en un futuro próximo... en alcanzar un sueño, por ejemplo... Aún no encuentro lo que realmente deseo hacer por el resto de mi vida!

      Eliminar